Propósito 1 – deshacerme de todo lo que no me haga 100% Feliz. Y es que tras la lectura el anterior verano de “La Magia del Orden” de Marie Kondo me dispuse a, literalmente, deshacerme de un montón de cosas in-útiles que sobraban en mi vida. La mayoría materiales, pero me hizo reflexionar mucho sobre la energía desperdiciada en mantener cosas que no me hacían feliz al 100%. Creo que estoy lejos de haber conseguido este objetivo, pero seguiremos analizando y reduciendo todo a lo esencial.

Propósito 2 – Lanzarme a la piscina. Y así ha sido: En febrero de 2018 decidimos embarcarnos en la aventura del crédito inmobiliario, y nos dispusimos a comprar una vivienda, con su correspondiente hipoteca a 40 años. También ha sido el año en el que me he atrevido a emprender, al menos de una forma ya más formal, y es que hemos creado por fin la Distinta, una tienda online y una marca en la que venimos trabajando desde hace más de dos años.

Propósito 3 – Ser minimalista. Con la mudanza a la nueva casa, descubrimos que sus anteriores inquilinos eran minimalistas (el tamaño de la casa no da para lujos) y decidí tomarlo en serio y realmente comprar y poseer aquello que realmente nos haga falta. Digamos que me queda mucho para ser una auténtica minimalista, pero seguimos avanzando en ello.

Propósito 4 – renovar mi página web (de nuevo). Podemos decir que este lo he cumplido a un 90%; y es que creo que por fin, tengo una versión bastante estable de lo que podría considerar mi página web. Me queda mucho camino por andar, y me gustaría en 2019 enfocarme más en mis objetivos, introducir más secciones, animaciones, pero como digo, es una versión bastante funcional de lo que quería conseguir este año.

Propósito 5 – Adquirir mejores hábitos. Y es que es muy fácil caer de nuevo en la pereza, en las cañas con los amigos, en las fiestas todos los findes, en el bollo de desayuno… tener buenos hábitos quería conseguirlo en muchos aspectos de mi vida y creo que lo he conseguido, sobre todo en esta última parte del año donde estoy tan inmersa en nuevos proyectos, e ilusionada, que he conseguido que al final mi tiempo entre el bien y el mal esté más equilibrado.

Propósito 6 – Hacer más deporte. Pues sí, lo propuse en junio, y la verdad es que fue mi pico de actividad deportiva y de entrenamiento. Actualmente he parado un poco, pero la verdad es que me sirve de incentivo saber que durante bastantes meses conseguí crear de nuevo un hábito (volvemos al propósito 5) y sentirme mejor conmigo misma.

Propósito 7 – Descansar. Y es que tanta exigencia, y tanto propósito al final me hace someterme a un examen constante de todas las expectativas por cumplir. Julio y agosto fueron meses de desconexión y de realmente apreciar el descanso.

BONUS TRACK

Propósito 8 – moverme en moto. Y es que ha sido el año en el que he aprendido a conducir en moto, y sin la que ya no sé vivir. Ha sido para mi un aprendizaje muy importante ya que poco a poco he podido ir superando miedos, poniéndome pequeñas metas y haciendo un montón de cosas por primera vez: primera vez que voy sola, primera vez que echo gasolina, primera vez que aparco cuesta arriba… todo un mundo de nuevas experiencias que han hecho que ahora sea mi medio de transporte. 

En general ha sido un año de muchísimo cambio, en el que he tratado de ponerme retos y metas constantemente. Me despido de él con dulzura, y como el año que me ha enseñado muchísimas cosas: ha sido un año de novedad.

Veamos que nos depara 2019, y si realmente estará a la altura.